Después de sufrir siete robos en las últimas dos semanas, vecinos de Villa Adela (Distrito 3) decidieron ajusticiar a los delincuentes y pandilleros y organizar grupos de seguridad. La advertencia está pintada en las casas de esta zona alteña.
Villa Adela, que tiene en total 15 barrios, es la más importante urbanización del Distrito 3 de esta ciudad.
“Los antisociales usan armas blancas e incluso armas de fuego”, asegura el secretario general de la junta de vecinos, Federico Mayta.
Robos y atracos ocurren en la mañana y ya avanzada la noche. Los delincuentes aprovechan la soledad de las calles para atacar a sus víctimas, a las que despojan de dinero, celulares, equipos de sonido, chamarras y hasta de sus calzados.
“Nos preocupa mucho lo que pasa y hemos decidido sentar una vigilancia vecinal con un grupo de 20 personas, que se distribuyen en turnos. Estamos alertas y hemos escrito advertencias para que los delincuentes no se acerquen por acá”, dice uno de los vecinos que prefiere mantener su identidad en reserva.
Las advertencias escritas en las paredes de las viviendas son elocuentes: “Ladrón que sea sorprendido será quemado o linchado vivo” o “¡Alerta ladrón!, persona en auto sospechoso será quemada viva”.
En la última semana también colgaron muñecos de trapo en los postes de energía eléctrica como un aviso de lo que podría pasarle al antisocial que sea sorprendido en la villa.
El linchamiento es un delito y los vecinos son conscientes de ello. Sin embargo, la proliferación de antisociales y la falta de control policial, según ellos, les obliga a generar su propio sistema de seguridad para amedrentar y alejar a los delincuentes de su zona.
“La Policía siempre tarda en llegar. La anterior semana sucedieron tres casos, dos de pandilleros del grupo Luzer que golpearon a universitarios y les quitaron sus ipods y celulares y otro de ladrones que al bordo de un vehículo jalaron la cartera a una señora. Los policías tardaron más de una hora y por lo que sabemos ni siquiera han identificado a los malhechores”, contó Lucía G., vecina.
En Villa Adela sólo existe una posta con dos policías que resguardan la seguridad de los 8 mil vecinos que habitan esta urbanización.
Sólo dos distritos policiales
Los distritos policiales 3 y 5 son los dos únicos descentralizados en El Alto. Uno está ubicado al norte y debe atender el requerimiento de los distritos 1, 7, 11, 4 y 14. El otro está al sur y abarca a los distritos 2, 3, 5, 8 y 10, Cada uno resguarda al menos a 500 mil personas. La Alcaldía tiene el proyecto de descentralizar la Policía a cada uno de los 14 distritos.
3 pandillas atemorizan la zona
En Villa Adela no sólo proliferan los delincuentes, sino las pandillas. Según los dirigentes vecinales, estos grupos vienen de otros barrios y circulan alrededor de las tres unidades educativas que hay en el lugar.
Los más peligrosos pertenecen al grupo que se identifica como Luzer. Los otros dos son más reducidos y se llaman como Los Pendex y Los Pijas.
“Sabemos que los maleantes reclutan a estos jóvenes para que les den información o les ayuden a cometer algún robo. En ese caso los utilizan para robar casas o tiendas”, explicó el dirigente vecinal Federico Mayta.
Según el responsable de información de la policía anticrimen (FELCC), Adolfo Cárdenas, en esa ciudad existen más de 140 pandillas y a la semana se reportan al menos tres denuncias contra ellas.
Villa Adela, que tiene en total 15 barrios, es la más importante urbanización del Distrito 3 de esta ciudad.
“Los antisociales usan armas blancas e incluso armas de fuego”, asegura el secretario general de la junta de vecinos, Federico Mayta.
Robos y atracos ocurren en la mañana y ya avanzada la noche. Los delincuentes aprovechan la soledad de las calles para atacar a sus víctimas, a las que despojan de dinero, celulares, equipos de sonido, chamarras y hasta de sus calzados.
“Nos preocupa mucho lo que pasa y hemos decidido sentar una vigilancia vecinal con un grupo de 20 personas, que se distribuyen en turnos. Estamos alertas y hemos escrito advertencias para que los delincuentes no se acerquen por acá”, dice uno de los vecinos que prefiere mantener su identidad en reserva.
Las advertencias escritas en las paredes de las viviendas son elocuentes: “Ladrón que sea sorprendido será quemado o linchado vivo” o “¡Alerta ladrón!, persona en auto sospechoso será quemada viva”.
En la última semana también colgaron muñecos de trapo en los postes de energía eléctrica como un aviso de lo que podría pasarle al antisocial que sea sorprendido en la villa.
El linchamiento es un delito y los vecinos son conscientes de ello. Sin embargo, la proliferación de antisociales y la falta de control policial, según ellos, les obliga a generar su propio sistema de seguridad para amedrentar y alejar a los delincuentes de su zona.
“La Policía siempre tarda en llegar. La anterior semana sucedieron tres casos, dos de pandilleros del grupo Luzer que golpearon a universitarios y les quitaron sus ipods y celulares y otro de ladrones que al bordo de un vehículo jalaron la cartera a una señora. Los policías tardaron más de una hora y por lo que sabemos ni siquiera han identificado a los malhechores”, contó Lucía G., vecina.
En Villa Adela sólo existe una posta con dos policías que resguardan la seguridad de los 8 mil vecinos que habitan esta urbanización.
Sólo dos distritos policiales
Los distritos policiales 3 y 5 son los dos únicos descentralizados en El Alto. Uno está ubicado al norte y debe atender el requerimiento de los distritos 1, 7, 11, 4 y 14. El otro está al sur y abarca a los distritos 2, 3, 5, 8 y 10, Cada uno resguarda al menos a 500 mil personas. La Alcaldía tiene el proyecto de descentralizar la Policía a cada uno de los 14 distritos.
3 pandillas atemorizan la zona
En Villa Adela no sólo proliferan los delincuentes, sino las pandillas. Según los dirigentes vecinales, estos grupos vienen de otros barrios y circulan alrededor de las tres unidades educativas que hay en el lugar.
Los más peligrosos pertenecen al grupo que se identifica como Luzer. Los otros dos son más reducidos y se llaman como Los Pendex y Los Pijas.
“Sabemos que los maleantes reclutan a estos jóvenes para que les den información o les ayuden a cometer algún robo. En ese caso los utilizan para robar casas o tiendas”, explicó el dirigente vecinal Federico Mayta.
Según el responsable de información de la policía anticrimen (FELCC), Adolfo Cárdenas, en esa ciudad existen más de 140 pandillas y a la semana se reportan al menos tres denuncias contra ellas.
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