La Escuela de Artes Cinematográficas de la ciudad de El Alto, que este año espera graduar a su nueva promoción en el grado de Técnico Superior, trabaja en medio de grandes limitaciones técnicas y poco apoyo del municipio alteño. Pese a todo, puede celebrar los logros obtenidos por sus alumnos, como es el caso de Juan Carlos Aduviri Luna, nominado al Goya, y Dominga Guachalla, que ya se probó como directora de casting.
Actualmente, el centro alberga a 50 alumnos y cuenta con un nuevo plan curricular presentado al Ministerio de Educación para su aprobación. Sin embargo, no dispone de los recursos técnicos mínimos y prioritarios. “Llegamos al punto en que los docentes deben traer sus cámaras, luces o algún otro equipo para las prácticas debido a que los existentes no funcionan, no tienen sus dispositivos o, al final, no fueron renovados”, dice el saliente director de la Escuela, Iván Castro.
Este centro de formación atraviesa un momento crítico en su funcionamiento por la poca valoración e incentivo de parte de las autoridades ediles, pues depende de la Alcaldía alteña. “Lastimosamente, tampoco existe el incentivo necesario, desde el mes de agosto del pasado año no se cancela sueldos a los docentes y esto hace que la gente se vaya o tome otros rumbos, hubo un momento en que incluso buscaron desalojarnos de los ambientes que ocupamos”. Castro también asevera que existen comentarios acerca del cierre de este centro alternativo de formación cinematográfica. “Ha costado tanto crear una escuela de esta naturaleza, llegando a ser un oasis en medio de una ciudad tan particular como El Alto; observar niños, jóvenes, eligiendo las artes como alternativa de formación es maravilloso, e intentar cerrarlo sería un atentado a la cultura alteña”.
La etapa más difícil, según Castro, fue lograr su independencia y asentarla en el lugar donde actualmente funciona. “Reorganizar, hacer que los alumnos se identifiquen con su centro fue muy difícil, para ello había que desprenderse de la Escuela de Cine de la ciudad de La Paz y lo logramos, ahí está el resultado”. Paradójicamente, desde su dependencia del municipio alteño tampoco ha recibido el apoyo que necesita.
A pesar de todo lo señalado, Castro asegura que los resultados que generó la escuela son palpables. “Varios de los alumnos participaron como asistentes en la película Cruces. De la misma forma, en el Sindicato de Trabajadores de Cine realizaron videoclips; también lo de Dominga Guachalla, que fue directora de un casting para un filme nacional. Pero lo más sobresaliente es lo de Juan Carlos Aduviri, los logros que está teniendo como actor y es actualmente docente del centro”.
Malla curricular del centro de cine
El nuevo proyecto de la malla curricular prevé la titulación de Técnico Superior en tres años de estudio (seis semestres). El último semestre es de práctica.
Cuenta con seis áreas de estudio: Guionización, Producción, Dirección, Fotografía, Sonido y Edición, cada uno de éstos dirigido al cine de ficción y documental.
El 26 de enero harán la presentación de sus prácticas en el Espacio I. Patiño.
Actualmente, el centro alberga a 50 alumnos y cuenta con un nuevo plan curricular presentado al Ministerio de Educación para su aprobación. Sin embargo, no dispone de los recursos técnicos mínimos y prioritarios. “Llegamos al punto en que los docentes deben traer sus cámaras, luces o algún otro equipo para las prácticas debido a que los existentes no funcionan, no tienen sus dispositivos o, al final, no fueron renovados”, dice el saliente director de la Escuela, Iván Castro.
Este centro de formación atraviesa un momento crítico en su funcionamiento por la poca valoración e incentivo de parte de las autoridades ediles, pues depende de la Alcaldía alteña. “Lastimosamente, tampoco existe el incentivo necesario, desde el mes de agosto del pasado año no se cancela sueldos a los docentes y esto hace que la gente se vaya o tome otros rumbos, hubo un momento en que incluso buscaron desalojarnos de los ambientes que ocupamos”. Castro también asevera que existen comentarios acerca del cierre de este centro alternativo de formación cinematográfica. “Ha costado tanto crear una escuela de esta naturaleza, llegando a ser un oasis en medio de una ciudad tan particular como El Alto; observar niños, jóvenes, eligiendo las artes como alternativa de formación es maravilloso, e intentar cerrarlo sería un atentado a la cultura alteña”.
La etapa más difícil, según Castro, fue lograr su independencia y asentarla en el lugar donde actualmente funciona. “Reorganizar, hacer que los alumnos se identifiquen con su centro fue muy difícil, para ello había que desprenderse de la Escuela de Cine de la ciudad de La Paz y lo logramos, ahí está el resultado”. Paradójicamente, desde su dependencia del municipio alteño tampoco ha recibido el apoyo que necesita.
A pesar de todo lo señalado, Castro asegura que los resultados que generó la escuela son palpables. “Varios de los alumnos participaron como asistentes en la película Cruces. De la misma forma, en el Sindicato de Trabajadores de Cine realizaron videoclips; también lo de Dominga Guachalla, que fue directora de un casting para un filme nacional. Pero lo más sobresaliente es lo de Juan Carlos Aduviri, los logros que está teniendo como actor y es actualmente docente del centro”.
Malla curricular del centro de cine
El nuevo proyecto de la malla curricular prevé la titulación de Técnico Superior en tres años de estudio (seis semestres). El último semestre es de práctica.
Cuenta con seis áreas de estudio: Guionización, Producción, Dirección, Fotografía, Sonido y Edición, cada uno de éstos dirigido al cine de ficción y documental.
El 26 de enero harán la presentación de sus prácticas en el Espacio I. Patiño.
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