En un mundo globalizado en el que todo está basado en la informática, en la ciudad de
Ésta y la pasada semana, padres de familia de
De acuerdo con Juan Carlos Parra, director de Educación de la comuna paceña, en esta ciudad hay 402 unidades educativas que en diferentes turnos funcionan en 206 infraestructuras.
En razón de este elevado número de centros, explica, no es posible atender todas las demandas. Por otro lado, añade, cuando Juan Del Granado asumió
“Todo el mundo quiere computadoras —dice Parra—, pero los recursos económicos no alcanzan, pues anualmente se gastan 35 millones de bolivianos en desayuno escolar”.
Empero, en 2007 se inició la primera fase de un proyecto que estima llegar hasta fin de año a la mitad de los establecimientos educativos con la dotación de máquinas. Ese año,
Lo anterior significa que, actualmente, cerca del 25 por ciento de los centros educativos paceños tiene equipos de computación (entre diez y 25) y hasta fin de año, de acuerdo con la citada autoridad, se llegará a cubrir al menos el 50 por ciento de la demanda de éstos.
“Después de cumplir el proceso de licitación, antes de finalizar la gestión (2009), vamos a dotar de otras 1.000 computadoras a 50 unidades educativas. Con éstas, sumadas a las que se entregaron en la primera fase, serán 107 los establecimientos beneficiados, es decir, el 50 por ciento de los colegios del municipio paceño”.
En tanto, en la ciudad de El Alto, donde existen 250 unidades educativas, según fuentes de
De este total, 100 ya tienen conexión a internet y se estima que hasta fin de año cerca del 80 por ciento de los colegios tenga acceso a la red.
Richard Loza, responsable de Alfabetización Informática de la comuna alteña, comenta: “Para nosotros (
Con y sin máquinas
En un recorrido que
Los establecimientos de
En El Alto se visitaron las unidades educativas Villa Adela Yunguyo, 27 de Mayo, 25 de Julio, Huyustus, República de Austria, Pedro Domingo Murillo, Noruega y Martín Cárdenas.
Del primer grupo, tres no contaban con un laboratorio de computación, por tanto, no tenían clases sobre la materia; mientras que los otros cuatro sí lo tenían, pero en un máximo de 20 equipos, cantidad insuficiente con relación al número de alumnos por clase (45, en promedio), pues éstos tienen que compartir cada máquina entre dos y hasta tres.
La directora del Liceo
En cambio, el colegio José Martí no tiene ordenadores. Para su directora, Sara Michael, “es mejor que no los tenga, porque como no se cuenta con ítem para el profesor de computación, se tendría que hacer cobros a los padres de familia para financiar ese sueldo. Y los cobros están prohibidos por el Ministerio”.
Efectivamente, en los colegios paceños que tienen clases de computación se cobra entre cinco y diez bolivianos mensualmente a los padres de familia para pagar el salario de un docente de informática.
En el caso de El Alto, en la mayoría de los colegios los aportes son de dos bolivianos al mes por ese mismo concepto.
En la unidad educativa Noruega, de la zona de Alto Lima, el profesor de computación Isaac Flores indica que el bachiller, además del Certificado en Humanidades, recibe otro de Técnico Medio en Aplicaciones, “porque tiene conocimientos de word, excel, power point, access e internet”.
Profesores normalistas
Guillermo Mariaca, analista en temas de educación, considera innecesario un maestro de computación en las aulas escolares, porque la computadora es, en su criterio, sólo una herramienta de aprendizaje. “Ésta debe formar parte del hábito educativo de todos los profesores, como lo son la pizarra y la tiza”.
Explica que, en su opinión, el maestro de matemática debería enseñar, por ejemplo, excel; el de literatura, word; el de artes, power point, y así mismo debería ocurrir con otras áreas.
Sin embargo, dice Mariaca, “actualmente ocurre lo contrario en el país, pues la computadora sigue siendo una desconocida en la formación docente, en el diseño curricular y en los procesos educativos”. Por lo anterior, apunta, es urgente que haya un cambio en el diseño curricular para la formación del docente.
Con él coincide Arturo Choque, coordinador del Programa de Políticas Públicas del Centro Boliviano de Investigación y Acción Educativa (Cebiae), quien, además, señala que ese diseño curricular debe ser para los futuros alumnos que egresen de las normales superiores.
Sin embargo, advierte que los estudiantes de primaria y secundaria sí necesitan de profesores de computación.
“Creo que es imprescindible que haya un maestro para que guíe a los alumnos sobre las ventajas que tiene el trabajar con una computadora, sin embargo, él debe ser normalista para que enseñe al alumno con diferentes didácticas”.
Precisamente, la ausencia de maestros normalistas de computación es, además de la carencia de equipos, la principal razón por la que una mayoría de establecimientos educativos de
De hecho, hasta la fecha, en ninguna normal del país se imparte una formación para profesores de computación, excepto en la de Caiza D (Potosí), de donde este año egresará la primera promoción de profesores en esa materia.
A propósito, el viceministro de Educación, Germán Jiménez, apunta que “estamos en esa tarea, (viendo) si hay ítems mal distribuidos en cuanto a horas, porque hemos encontrado docentes que están percibiendo por encima de lo debido; hay una comisión que está haciendo un barrido nacional”.
Afirma que para 2010 se elabora un proyecto, según el cual las normales superiores abrirán sus aulas para los profesores de computación.
Entretanto, el jueves, 650 docentes de unidades educativas y de convenio del municipio se graduaron del taller de capacitación “Mi primera compu”, organizado por
El contenido curricular
De acuerdo con Arturo Choque, coordinador del Programa de Políticas Públicas del Centro Boliviano de Investigación y Acción Educativa (Cebiae), uno de los mayores problemas que afronta la educación actualmente es la falta de actualización de los contenidos curriculares. “Oficialmente, éstos y los programas que los profesores tienen para enseñar en los colegios a sus alumnos no se modifican desde 1972 y eso tiene que ser una base para cambiar la estrategia de la enseñanza escolar”.
En criterio de este especialista, actualmente se puede percibir que no hay una buena comunicación entre profesores y alumnos, pues estos últimos “hablan de facebook, de blogs y páginas de internet que los profesores desconocen”.
Según el parágrafo III del artículo 78 de
Y como no se está dando la primera situación —continúa—, el país está en un momento de crisis constitutiva con respecto a la educación y la crisis siempre es una muy buena oportunidad para cambiar las cosas. (La Prensa)
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